El pebetero olímpico, que por tradición debe permanecer prendido hasta la ceremonia de clausura de los Juegos, fue apagado anoche para moverlo a otra zona del Estadio, decisión que despertó críticas.
El Comité Organizador de Londres 2012 (LOCOG) confirmó que extinguieron el fuego, aunque aclararon que la llama olímpica permaneció encendida en una antorcha idéntica a la utilizada durante su traslado por 8 mil relevistas.
El pebetero fue reavivado horas después cuando se instaló en el nuevo lugar, el mismo donde estuvo la campana que hizo sonar el ciclista Bradley Wiggins, último ganador del Tour de France, en la ceremonia inaugural.
Esta decisión también despertó críticas porque las llamas no están visibles para aquellos que no tengan entradas de ingreso al Estadio Olímpico.
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